Por
todos es conocido que la Administración Pública Local es muy diversa. Aunque la
normativa es uniforme para todas ellas en aspectos como el procedimiento administrativo,
la Función Pública, la contratación, cuestiones urbanísticas y otros
intrínsecos y de gran relevancia para el funcionamiento de las Administraciones
Públicas, parece primar en los Entes Locales la importante facultad que tiene otorgada
de diseñar y modelar su organización interna. La demonimada Potestad
administrativa de autoorganización” es la que comprende todas las facultades
para modelar la estructura interna de cada Entidad Local con el fin de cumplir
eficazmente con el interés público en cada una de sus actuaciones de la forma
más conveniente al interés común.
La
facultad de autoorganización es uno de los elementos que explica la diferencia
que existe entre las Administraciones Locales. Desde este punto de vista, es
relevante destacar un párrafo incluido en la exposición de motivos de la Ley de
Transparencia española, donde se pone de manifiesto que los países con mayores
niveles en materia de Transparencia y normas de Buen Gobierno cuentan con
instituciones más fuertes, que favorecen el crecimiento económico y el desarrollo
social. En esta Ley incluso de encadenan los motivos por los que se favorece a
un crecimiento económico mayor cuando existe un grado más elevado de
transparencia en la Administración, ya que cuando se permite una mejor
fiscalización de la actividad pública, se
contribuye a la necesaria regeneración democrática, y se promueve la
eficiencia y la eficacia de las actuaciones.
Teniendo
en cuenta el argumento de esta destacada Ley, se puede considerar que eficiencia
y eficacia de la Administración Pública son dos elementos importantes y
determinantes para fomentar la economía de una sociedad, aspectos que mejoran e
incrementan cuando la transparencia tiene unos índices elevados. Con estos
indicativos es posible plantearse la cuestión sobre hasta qué límite la
Administración Pública Local influye de manera directa en la compleja realidad
de su propio Municipio y dirigir la capacidad de autoorganización a conseguir
que la influencia sea lo más positiva posible para los ciudadanos, más cuando
de lo que se trata es de dar visibilidad.
No es
una obligación actual que las Administraciones Públicas deban dar cuentas de su
acción de gobierno para explicar cómo y en qué utiliza los recursos públicos,
pero la Transparencia va más allá. Además de esta información también se debe
explicar la motivación de la adopción de las políticas públicas y cuáles son
los resultados una vez se han aplicado. Afecta a los procedimientos desde el
inicio de su gestación hasta el final de sus consecuencias.
La
Transparencia en las Administraciones Públicas es un elemento que sirve para
medir la salud democrática de cada una de ellas, y puede actuar, tal como la
propia Ley destaca, como palanca de crecimiento económico. Este motivo por si
solo es crucial para convenir su importancia y dar prioridad a su aplicación en
un aspecto amplio, sin miedos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario